Este instituto entró en funcionamiento el curso 1979/80. Como último instituto construido en la ciudad, los primeros años recogió muchos alumnos que no tenían cabida en el resto de centros de la ciudad, así como de zonas cercanas al centro y, por supuesto, del propio barrio deCazoña, entonces considerado uno de los extrarradios de la ciudad. Fue de esta zona de la ciudad de quien cogió su denominación : Instituto de Bachillerato “Barrio de Cazoña”; popularmente, y a veces con cierto tono despectivo, conocido por “el Cazoña”.
Los primeros años fueron especialmente difíciles: instalaciones no bien terminadas, alumnado complejo, dificultades de integración en el entorno del centro, etc.
Poco a poco, en el institutose fue conformando un profesorado profesional y dinámico que procuró, inmediatamente, hacer suyos los programas de innovación que el Ministerio de Educación (aún no se habían producido las transferencias de educación) ponía en funcionamiento.
Así el instituto fue uno de los primeros en sumarse en el año 1985 a los Proyectos Atenea y Mercurio: programas de nuevas tecnologías de la información y comunicación cuya finalidad era la introducción racional y paulatina del ordenador y del vídeo en la enseñanza no universitaria. El centro, además de participar en el proyecto, obtuvo el premio a la experimentación otorgado por el Ministerio de Educación y Ciencia en 1990.
En 1986 el centro comienza su participación en el programa denominado Reforma experimental de las Enseñanzas Medias (REM) que pretendía realizar cambios significativos en metodología, evaluación y currículo, y que, en cierto modo, sirvió como “proyecto piloto” de lo que sería años más tarde (1996) la implantación definitiva de la LOGSE.
Fue ese mismo curso, 1986-87, cuando, tras varios debates en el claustro de profesores, se decide el cambio de nombre: Instituto de Bachillerato “Leonardo Torres Quevedo”; la ubicación en la calle del mismo nombre y el entusiasmo de los departamentos de ciencias especialmente llevaron a esta denominación; por otra parte, fue el departamento de Dibujo quien diseñó el logotipo, utilizando la imagen del transbordador (“SpanishAerocar”) diseñado por el ingeniero español, nacido en Santa Cruz de Iguña, Molledo, para atravesar las cataratas del Niágara.
En el curso 1989-90 el instituto se suma al Programa experimental de integración de alumnos con necesidades educativas especiales; en el caso del centro especialmente para alumnos con dificultades motóricas, lo que trajo consigo la necesidad de acondicionar accesos, aulas, ascensor, etc. Este programa ha permitido que este tipo de alumnado haya participado en las aulas ordinarias y así se haya podido integrar en la dinámica del centro.
En 1990 se organiza el 1er Premio I.B. “L.Torres Quevedo” a la invención científica para estudiantes de Enseñanzas Medias, que se mantuvo en vigencia varios años con una significativa participación y calidad de los trabajos presentado por alumnos de diferentes centros de la región.
En ese mismo curso se realiza la ampliación del edificio original. Necesidades de escolarización en la ciudad hicieron que la Dirección Provincial de Educación llevara a cabo una ampliación del edificio en la zona de aulas, además de ciertas mejoras en otras zonas: aula de tecnología, música, etc.
Muchas familias y alumnos demandaron la posibilidad de realizar estudios de formación profesional en el centro; en el curso 1995-1996 el instituto amplia su oferta formativa con dos ciclos formativos: uno de grado medio “Comercio y marketing” y otro de grado superior, “Gestión comercial y marketing” . Estos dos ciclos permanecieron en el centro varios años, hasta que la Consejería de Educación (en el curso 2010/11) decidió reubicarlos en otro centro de la ciudad, al objeto de unificar todos los ciclos de una misma familia profesional.
En el curso 1999/2000, y con motivo de la incorporación de alumnos de 1º y 2º de ESO, comienzan las obras de construcción del nuevo Pabellón deportivo, así como el acondicionamiento del antiguo gimnasio en lo que años más tarde sería el Aula Juanjo Mier (que toma su nombre del que fuera profesor del centro y uno de los músicos de Cantabria más significativos del siglo XX); dicha aula (que hace también la función de salón de actos) será especialmente importante en el desarrollo a partir del curso 2011/12 del bachillerato de Artes Escénicas.
Años más tarde, en el curso 2009/10, la oferta de formación profesional se amplió con un Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) “Ayudante Técnico en parques, viveros y jardines “ que, además de ayudar a un número significativo de alumnos a alcanzar determinadas competencias profesionales de nivel uno, sirvió para dar vida a zonas de la finca que hasta ese momento estaban infrautilizadas. Este programa se mantuvo en el centro hasta que estos programas fueron sustituidos por los denominados “formación profesional básica”.
Hasta el curso 2010-11, la oferta de estudios de Bachillerato era el de “Ciencias y Tecnología” y el de “Humanidades y Ciencias Sociales” (los tradicionales “Ciencias” y “Letras”); en dicho curso la oferta se amplía con el Bachillerato de Artes Plásticas, Imagen y Diseño y en el curso 2011-12 con el Bachillerato de Artes Escénicas, Música y Danza.
La implementación de estos dos nuevos bachilleratos (el de “Artes Escénicas” durante años único en la comunidad autónoma) completó la oferta y ayudó significativamente a cambiar la dinámica del centro, al cambiar el perfil del alumnado y al ampliarse el claustro con la llegada de profesorado especializado en asignaturas específicas impartidas en dichos bachilleratos.
En el curso 2017-18 comienza el desarrollo de Proyecto piloto experimental (denominado Telekino_lab)para alumnos de 1º de ESO en el que se modifican aspectos curriculares, metodológicos y organizativos, mediante una propuesta inclusiva-cooperativa.
El curso 2018-19 comienza un nuevo proyecto educativo, Rosa Blanco es la nueva directora tras resolución del procedimiento ordinario para la provisión de directores/as de la Comunidad Autónoma de Cantabria. El nuevo equipo sigue trabajando y comprometido con una educación de calidad, apostando por un liderazgo compartido en base al respeto, la confianza y la convivencia positiva que contribuyan a desarrollar una identidad de centro sobre los pilares fundamentales de IES Leonardo Torres Quevedo: la innovación, la comunicación y la formación, cuya misión es estimular el ÉXITO EDUCATIVO y el DESARROLLO HUMANO de nuestro alumnado.